A Day To Remember

Anoche me fue imposible dormir con una verbena de petardos de San Juan de fondo. Me pareció algo infinito, no sabía si esa tormenta de ruido y estruendo iba a terminar alguna vez, era lo más parecido a un infierno para mis oidos. Cada media hora abría los ojos e intentaba escuchar el silencio pero el intento era nulo. Por un momento tuve la sensación de estar en las famosas fiestas de interés turístico internacional de mi pueblo, concretamente en la noche del desembarco, dónde la pólvora lo inunda todo.
Es que he tenido la ocasión de bajar a mi tierra unos dias, de ver a mi gente y de comer paella de la buena, esta vez cocinada por mi, todo un hecho considerable. He disfrutado de los desayunos, comidas y cenas en mi terracita, esa que tanto añoro, porque cuando estas lejos aprecias mucho más los momentos que no puedes compartir con los tuyos. Aunque ya estoy de vuelta a mi Barça, a mi pequeño palacio y a esta incontrolable Barcelona.
A pesar de todo, estos días no tengo nada que celebrar, no me apetece, porque hoy es un día que recordaré siempre.

A reveure.