viernes, 30 de enero de 2009

Momentos de relax

Me encantan los momentos de relax en mi habitación. Me gusta allà donde voy crearme mi propio espacio, para relajarme, pensar, analizar o simplemente dejar que pasen los minutos sin preocuparme por nada. No siempre consigo que ese lugar sea mi habitación, en este caso si, porque ir a la cocina es todo un arrebato de palabras o risas con mis compañeros de piso. Pero por ejemplo en La Vila nunca conseguí que la habitación donde dormía fuese lo acogedora que yo quisiera, si estaba muchas veces allí era porque tenía el ordenador, sin embargo me encantaba pasar las horas en el salón con la tele escuchándose un poco y de fondo un mar tranquilo que acompañaba a relajarte. Solo estar allí, sin hacer nada y ya te recargaba las energías. Otra de las cosas que me gustaba era el típico ruido que hacía cuando llovía, un sonido muy característico que no sabría explicar. Aquí en Londres también tengo mi pequeño espacio y sin lugar a duda me siento cómoda y me da pena a veces cuando decidimos cambiarnos de piso o cosas por el estilo, pero ahora creo que ya soy capaz de adaptarme a cualquier cosa. Estoy esperando noticias del Ministerio por lo de la Beca, pero si no hay suerte tengo muchos proyectos en la cabeza que me llenan y que estoy deseando empezar porque después de casi un año sin tocar nada de libros me están entrando ganas de retomar estudios y seguir en contacto con lo que me gusta. Creo que todo esto me ha venido bien para saber un poco mi lugar en el mundo. Reconozco que no tengo dotes extraordinarias para lo que me gusta pero eso no quiere decir que no sea capaz de sentir lo extraordianrio que es poder expresar lo que llevas dentro,...
...lo acabo de leer y no se si se entiende, pero yo se lo que me digo.
Filosofadas varias.

Arreveure.

2 comentarios:

Javier Arriola dijo...

¿Está nevando mucho por allí?
Abrígate y haz algún muñeco de nieve si sales a la calle. :D

Didac Udagoien dijo...

pequeños y mágicos reductos que nos guardan un poquito de silencio, para que podamos mirarnos dentro, encontrarnos, y a veces, incluso sonreírnos con calma, con paz, despacito...