A veces me gustaría salir corriendo, como Forrest Gump, y no parar, y llegar hasta el mar y poder seguir corriendo por encima de sus aguas, sentir que no tienes gravedad, que eres una pluma, y alcanzar el horizonte y quedarme allí. Si, quedarme allí un tiempo, no se cuanto, el suficiente para olvidar que es lo mejor para mi, el suficiente para soñar que todo va a cambiar y el suficiente para darme cuenta de que nada cambiará... y que soy una más, que me tengo que adaptar y que huir de la realidad no sirve de nada... porque siempre acabas tropezandote de cara con ella. A veces no entiendo nada de nada de lo que está pasando a mi alrededor pero tengo que seguir fingiendo que si, que lo entiendo, que esto es así.
Las ilusiones se van desvaneciendo, he desgastado mis fuerzas, pero tendré que reponerme... no me queda otra,... no nos queda otra.
A reveure.
Al final, asimilé mis obligadas vacaciones y les saqué partido, porque... ¿quién sabe lo que pueda pasar? mejor coger el toro por los cuernos. Así que me dejé llevar por un tren fantasma que me condujo a la tierra donde me crié y entonces allí disfruté de su olor a mar, de sus recuerdos especiales, de su gente buena y de una tranquilidad extrema. Ahora, ya de vuelta, todo parece más fácil, menos complicado, por fín he cambiado el chip. Me ha sentado bien esta pequeña mini-escapada,... parece que las buenas noticias traen más buenas noticias, hay que saber esperar. Cruzad los dedos por mi y pensad en positivo!!
Porque hay cosas que me alegran el día... porque no todo parece tan oscuro... porque hay que sonreir y seguir el camino que me he marcado. Esperando que todo vaya tomando sitio y con ello un poco de tranquilidad porque veo que el tiempo se me está pasando o yo estoy pasando del tiempo, siento que se me escapa de las manos. Poquito a poco, pasito a pasito... ahora a intentar disfrutar de lo que me ofrece Barcelona, como a final de mes que es el Salón del Manga y estoy desenado ir y ver un montón de frikis y reirme y pasarmelo como una niña.
